martes, 10 de julio de 2012

I'm afraid

No sé si es que volvió o nunca se fue. Creo que siempre estuvo allí, en mi cabeza, en un rincón con la luz apagada. Esperando a que mi mente dibujara la sonrisa que me solía sacar al idearlo. Ese rincón era una tentación. Por ello oculte todas sus cartas en ese baúl de roble macizo. ¿ Porqué hacerme daño a mi misma? Y no cambió de perfume, me envolvió por completo su dulce fragancia. El rojo del semáforo duró una eternidad en su suspiro. Era la sensación de intentar hablar y no poder pronunciar ni un "Hola". Yo era otra, por que nadie me dijo que parara. Cuando empiezas a hacer cambios en tu vida, llega un momento en que los muebles antiguos, que ahora estorbarían, son añorados. Pero se perdieron en la mudanza. Y un golpe de suerte me llevo uno a aquella acera de la 51 con Tames. Mi vestido de flores, su camisa celeste. A lo lejos se podía ver la escena como algo cómico e inusual. Sentirse observado debía ser poco. Su picara sonrisa ya no aguanto más y se acerco hacia mis labios, sin apenas inconveniente al tragarse el orgullo.


 Me di cuenta de que la única forma de vencer mi tentación era sucumbir a ella.

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