domingo, 17 de junio de 2012

Mírame.

El olor a tierra húmeda es intenso. Gotas de cristal recorren el parabrisas de mi fíat 500. El rocío da vida a las plantas de mi jardín. Las persianas oxidadas de una larga noche de abril gritan el trueno. Las farolas poco a poco se apagan. Las lagañas ansiosas por lucir nuevo traje. Las sábanas se desordenan en el último momento del sueño. Las yemas de sus dedos recorren las curvas de mi espalda. La pupilas comienzan a dilatarse. La luz recorre cada esquina de la habitación. Los murciélagos duermen a la vez que los ruiseñores despiertan. Las sabanas ya no te cubren el cuerpo. Su suave voz te acaricia la nuca. Te regala sus ''buenos días Princesa'' entre besos y caricias.
Conseguiste tener el mejor despertar y lo único que deseas es el anochecer temprano.

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