miércoles, 27 de junio de 2012

Detrás de ti.


Todos hemos sentido en algun momento esa brisa solitaria. Que te deja sin palabras. Te comprende como si fueras tu misma, sin ningún escudo. Saca tus lágrimas al exterior y te reconoce como nadie. No importa lo que ocurrió, pero en ese momento el mundo se para en tu habitación. Las palabras no se oyen, pero se leen en el papel, tu único aliado. Confundes la realidad, por que sientes hasta las cortinas de tu ventana, rozar tu piel. Miras hacia la oscuridad de la noche,  solo estás tu despierta. Deseas sentir mucho más de lo que podrías asimilar. Y la cama ya no es cómoda para soñar. Conmienzas a creer que la oportunidad de nacer, no la aprovecha quien quiere sino quién puede. Sabes que esta noche no cambiará nada y que muchas más como esta vendrán, a lo largo de tu búsqueda.  Tus pestañas se alejan de tus cejas. Nada cambió, no sabes lo que ocurrió ni tampoco el Porqué,  solo unas lágrimas recorrieron tu mejilla, solo tus fallos salieron a volar. Y allí ocurrió todo, tu habitación. Seguramente, el único lugar dónde te reconoces delante de un espejo.

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