Solo queda la Luna

Tírate. Lo estás deseando. El corazón no te ha ido más rápido jamás. Los nervios se apoderan de tu barriga. Tus manos comienzan a palpitar. Los escalofríos no cesan sobre tu piel. Te tiemblan las rodillas. Por tu cabeza no paran de decirte lo difícil que va a ser escapar de la realidad, que estas loca, que nadie te dejaría hacerlo si supieran el motivo, que el peligro esta ahí y que arriesgarse es una contradicción a lo que sientes y lo que piensas.
Ya no hay vuelta atrás, has dado los últimos pasos hacia el vacío. El viento sopla con fuerza, solo estás tu en la oscuridad, con un miedo terrible. Ese miedo, te esta sacando las peores lágrimas, las de inseguridad, el rimel se ha pasado a tus mejillas y sin pensarlo más. Has conseguido pasarte la mano por la cara,  secándote las lágrimas, los nervios, el miedo. Las mariposas de tu barriga ya no aguantan más, algo en tu interior te ha dejado claro que es el momento de hacerlo, que ya no vale echarse atrás y que tu cuerpo se merece vivir la adrenalina que no permite la mente . Miras atrás, te giras y contemplas el vacío. El camino que harás inconscientemente tu sola. Ya esta echo, te diste cuenta de que el miedo no te podía parar. Y por fin elegiste tirarlo todo por la borda. Todo tu cuerpo es recorrido por escalofríos de placer, alegrías conseguidas, vida realizada y lágrimas perdidas en el cielo.